Una duchita rápida y... a por las bicicletas!Como por la tarde habíamos quedado con nuestra nueva amiga Couch Inga, que nos iba a enseñar la parte de "Old Town" hemos decidido salir a barrios más periféricos de la cuidad.
Haciendo caso a los consejos de la chica del alquiler de bicicletas nos hemos dirigido hacia la torre de televisión ,unos de los rascacielos más altos de Europa. Al llegar allí por unos 3 euros ( 2,26lats) una amble señora letona nos ha enseñado Riga desde el cielo. Ha sido muy gracioso su intencin de comunicarse con nostros hablando letón despacio (pensaria que le entendíamos??nosotros simplemente asentíamos con la cabeza y nos mirábamos). De nuevo las alturas nos han servido para situarnos y localizar las diferentes zonas de la ciudad.
Tras ésto,y ya con los pies sobre la tierra,hemos puesto rumbo a un pequeño distrito que nos había llamado la atención desde arriba. Por el camino una "microplaya" a orillas del río nos ha llamado la atención, asi que hemos parado a echar unas fotos, fumar una cigarrito y disfrutar de las maravillosas vistas que nos rodeaban.
Pedaleando entre el río y las vías del tranvía hemos conseguido llegar a la "cúpula dorada", una de las iglesias que nos había llamado tanto la atención. A partir de ahí nos hemos ido adentrando al pequeño barrio residencial,según nos hemos enterado después uno de los barrios más pobes de la cuidad,pero donde hay una panadería en la que por unos 6 euros (4lats mas o menos) nos hemos puesto las botas de ricas empanadas de hojaldre con diferentes rellenos, las cuáles nos hemos comido en un curioso parque en el que parecía haber caído una bomba, lo cuál no parecía importarle al señor que había al lado nuestra tomando el sol en calzoncillos.
Al terminar de comer hemos devuelto las bicis en el casco viejo y hemos ido a conocer a Inga. Nos hemos encontrado en la terraza de una cafetería del centro, muy cerca del monumento a la libertad, uno de los símblos de Riga construido en 1934 y al que los habitantes de aquí tienen especial respeto, orinar en el bosque que le rodea te puede suponer dos días de calabozo.
Tras una breve charla Inga nos ha enseñado toda la parte del caso viejo, explicándonos las funciones y curiosidades de los principales edificios, así como su bares y restaurantes preferidos. El casco viejo de Riga es muy muy bonito pero la verdad es que no da para mucho así que Inga ha decido llevarnos más tarde a uno de los barrios vecinos al casco viejo, un barrio de los más ricos de la ciudad y que contrastaba bastante con el que habíamos visitado por la mañana, casas de construcción antigua pero muy bien conservadas, con grandes ventanales y fachadas monumentales.
Como Inga había quedado con sus compañeras de piso para salir de fiesta, decidimos comprar comida rusa para llevar en un sitio que ella nos recomendó, no tenían una gran variedad de alimentos (sobre todo pasta) pero, como siempre, todo estaba bueno y bastante económico.
Ya en el hostel, y más tranquilamente, cenamos y decidimos salir a tomarnos unas cervecillas en un bareto original y muy animado en el que empezaba la "happy hour". Con estas cerevecitas hay que tener cuidado porque se te suben a la cabeza rápidamente...Tras unas cervecitas y algo contentillos decidimos terminar la noche comiendonos unas hamburguesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario